Monday 8 June 2020

Semana del 8 de Junio, Ultima Semana.

Para réflexionar esta semana.

Frutos de la Eucaristía

  • Al recibir la Eucaristía, nos adherimos íntimamente con Cristo Jesús, quien nos transmite su gracia.
  • La comunión nos separa del pecado, es este el gran misterio de la redención, pues su Cuerpo y su Sangre son derramados por el perdón de los pecados.
  • La Eucaristía fortalece la caridad, que en la vida cotidiana tiende a debilitarse; y esta caridad vivificada borra los pecados veniales.
  • La Eucaristía nos preserva de futuros pecados mortales, pues cuanto más participamos en la vida de Cristo y más progresamos en su amistad, tanto más difícil se nos hará romper nuestro vínculo de amor con Él.
  • La Eucaristía es el Sacramento de la unidad, pues quienes reciben el Cuerpo de Cristo se unen entre sí en un solo cuerpo: La Iglesia. La comunión renueva, fortifica, profundiza esta incorporación a la Iglesia realizada ya por el Bautismo.
  • La Eucaristía nos compromete a favor de los pobres; pues el recibir el Cuerpo y la Sangre de Cristo que son la Caridad misma nos hace caritativos.



Lectura para los Padres.

El Papa Francisco explica por qué hay que ir a Misa los domingos

El Papa ha explicado en la audiencia que la Misa de los domingos “da sentido a toda la semana y nos recuerda también, con el descanso de nuestras ocupaciones, que no somos esclavos sino hijos de un Padre que nos invita constantemente a poner la esperanza en Él”.
DE LA IGLESIA Y DEL PAPA
Queridos hermanos y hermanas:
En la catequesis de hoy, reflexionamos sobre la necesidad de ir a misa los domingos. Muchos se preguntan cuál es el motivo de celebrar la Eucaristía los domingos. Se podría responder que desde el inicio los discípulos han celebrado este día porque en este día resucitó el Señor y recibimos el don del Espíritu Santo.
SE PODRÍA RESPONDER QUE DESDE EL INICIO LOS DISCÍPULOS HAN CELEBRADO ESTE DÍA PORQUE EN ESTE DÍA RESUCITÓ EL SEÑOR Y RECIBIMOS EL DON DEL ESPÍRITU SANTO
Como ellos, también nosotros vamos a Misa el domingo para encontrar al Señor resucitado, o mejor dicho para dejarnos encontrar por Él, escuchar su Palabra y alimentarnos del pan de vida, en comunión con toda la Iglesia.
La celebración de la Eucaristía dominical da sentido a toda la semana y nos recuerda también, con el descanso de nuestras ocupaciones, que no somos esclavos sino hijos de un Padre que nos invita constantemente a poner la esperanza en Él.
Por desgracia, para muchos la Misa del domingo ha perdido sentido, piensan que basta ser buenos y amar. Esto es necesario, pero no es posible sin la ayuda del Señor, sin obtener de Él la fuerza para conseguirlo.
EN LA EUCARISTÍA RECIBIMOS DEL SEÑOR LO QUE MÁS NECESITAMOS, ÉL MISMO SE NOS DA COMO ALIMENTO Y NOS ANIMA A SEGUIR CAMINANDO
En la Eucaristía recibimos del Señor lo que más necesitamos, Él mismo se nos da como alimento y nos anima a seguir caminando. La Misa es también prefiguración del banquete eterno al que somos llamados; el domingo sin ocaso donde no habrá llanto, ni luto, sino el gozo y la alegría de estar siempre juntos con Jesús.
Saludos
Saludo cordialmente a los peregrinos de lengua española, en particular a los grupos provenientes de España y Latinoamérica. Pidamos al Señor por todas aquellas comunidades que no pueden celebrar la Misa cada domingo por falta de sacerdotes, o por otras circunstancias, para que el Señor resucitado se haga presente en ellas, por medio de la oración y la escucha de la Palabra, manteniendo siempre vivo el deseo de la Eucaristía. Gracias
© Copyright - Libreria Editrice Vaticana
Lectura para los Hijos.

NUESTRA SEÑORA DE FÁTIMA

Fiesta: 13 de mayo



Mientras Europa vivía la Primera Guerra Mundial, el 13 de mayo de 1917, la Santísima Virgen María se apareció en Fátima (Portugal) a tres pastorcitos: a Lucía Dos Santos, de 10 años, y a sus primos Francisco y Jacinta Marto, de 9 y 6 años respectivamente.

Sucedió que al mediodía los tres niños vieron cómo se encendía un relámpago de la nada y una señora bellísima se apareció. Los exhortó a la oración, especialmente del rosario, con el fin de apresurar el final de la guerra y para la conversión de los pecadores del mundo entero.

La señora se apareció otras cinco veces ese año, y los tres pastorcitos regresaron cada 13 al lugar de la aparición, una localidad llamada Cova de Iria, para hablar con la bella señora, mientras una multitud de fieles, cada vez mayor, los acompañaba al lugar.

Las autoridades civiles y religiosas intervinieron interrogando a los tres niños y encerrándolos en la cárcel para asustarlos y obligarlos a decir la verdad. Pero eso no detuvo el flujo de los peregrinos, y por ello fueron liberados.

En el mes de octubre del mismo año, durante su última aparición, la señora se reveló como la Virgen del Rosario, recomendando la oración y la penitencia.

Las apariciones fueron acompañadas de fenómenos meteorológicos, tales como, la danza del sol, que fueron atestiguados por miles de fieles.

En el tiempo en que sucedieron las apariciones, la Virgen, según testimonio de los videntes, realizó varias profecías y recomendaciones y entregó a Lucía tres mensajes conocidos como los tres secretos de Fátima.
En 1930 la Iglesia reconoció y autorizó el culto a la Virgen de Fátima.




Videos para esta semana.

Parabola de los invitados a la boda 



La Parábola del Sembrador



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